Desde dentro… hacia afuera
Salud de dentro a fuera en las organizaciones.
Vivimos en el cambio. Cada día surgen nuevos modelos de negocios, de interacción social, nuevas fuentes de ocio, nuevas formas de emplear la energía, incluso de obtenerla. Nunca antes habíamos estado sometidos a tantos cambios e innovaciones en tan poco tiempo.
Nuevo paradigma en las organizaciones. De la salud de fuera a dentro, a la salud de dentro a fuera.
Estos continuos cambios dejan obsoletos modelos que hasta ayer parecían eternos y, además, surgen a tal velocidad que nos supone un verdadero reto adaptarnos a ellos a la velocidad con que marcan el paso. De una manera u otra, todos vivimos en un entorno VUCA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad. Por sus iniciales en inglés). Esto hace que, en mucho casos tengamos que modificar nuestra manera de hacer frente a los retos, incluso crear nuevas formas de afrontarlos.
En lo que respecta a la Salud en las Organizaciones, la Prevención de Riesgos Laborales ha permitido evitar multitud de problemas de salud originados por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. La legislación, la provisión de Equipos de Protección Individual, la comunicación de las medidas y normas de prevención, etc. han sido y siguen siendo de gran utilidad en entornos laborales en los que tanto el trabajo como sus riesgos son eminentemente físicos. Sin embargo, el modelo productivo predominante en la actualidad, así como nuestro entorno sociocultural, nos exigen un abordaje integral de la salud, que tenga en cuenta los riesgos psicosociales y los hábitos de vida de las personas.
La salud depende de las habilidades, hábitos y motivaciones de las personas.
En un entorno físico, las medidas de salud le son dadas a las personas desde fuera, como puede ser una norma o un elemento de protección. Es relativamente fácil detectar el cumplimiento de la norma o el uso de los elementos de protección. Podemos prohibir acceder al puesto de trabajo sin casco y arnés y observar si se cumple la norma. Pero no podemos prohibir acceder al puesto de trabajo estresado, dándole vueltas a problemas familiares, o con el colesterol por las nubes. En estos casos, la salud depende de las habilidades, hábitos y motivaciones de las personas, y los factores de salud que pueden influir en el bienestar de las personas y en su desempeño van mucho más allá del entorno laboral.
Si desde las organizaciones queremos realmente mejorar la salud de las personas debemos acompañarlas en un viaje que comience con tres preguntas: ¿Qué aspectos de mi salud puedo mejorar? ¿Por qué los debería mejorar? ¿Cómo los puedo mejorar? Desde esta perspectiva las organizaciones e instituciones han de ayudar a que las medidas que promuevan la salud de las personas surjan de las propias personas, mediante la motivación, el conocimiento y la capacitación. Las empresas que aspiren a ser Empresas Saludables han de basarse en un modelo de dentro a fuera, que convierta a la persona en el motor de su propia salud, buscando su implicación y facilitándole los medios para tomar las riendas de su bienestar de una forma global.
Recent Comments